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Blanca tenias que ser,  bella flor de amancay, para ofrecerte al cielo en pureza de tierra, como un caliz de plata que emerge de Abancay y con traje de novia a la vida se aferra...

 

EL HIJO(A) PARA CON SU PADRE

Wawayoq Taytakuna, imaynallan kashankichis:

Si mi padre fuese chacarero, yo me nutriría de los frutos de la tierra.

Si mi padre fuese comerciante, yo no sufriría carestías y necesidades.

Si mi padre fuese minero, yo gozaría de los beneficios del oro y la plata.

Si mi padre fuese pesquero, yo disfrutaría de los productos del mar.

Si mi padre fuese marino, yo sabría de océanos y continentes.

Si mi padre fuese viajero, yo conocería mundos cercanos y lejanos.

Si mi padre fuese taxista, yo me enteraría de secretos ajenos.

Si mi padre fuese sacerdote, yo tendría medio cielo sobre la tierra.

Si mi padre fuese profesor, yo aprendería sabias lecciones desde casa.

Si mi padre fuese médico, yo vencería a los males del cuerpo.

Si mi padre fuese ingeniero, yo construiría mi vida con precisión numérica.

Si mi padre fuese arquitecto, yo trazaría mi ruta vital con esmero y  buen gusto.

Si mi padre fuese contador, yo ajustaría mi existencia a los rigores de la estadística.

Si mi padre fuese abogado, yo no quebrantaría las leyes y no sabría mentir.

Si mi padre fuese pintor, yo combinaría los colores primarios y secundarios.

Si mi padre fuese músico, yo cantaría las alegrías y tristezas de la vida.

Si mi padre fuese poeta, yo versaría sobre el hombre en el mundo.

Si mi padre fuese policía, yo practicaría las reglas del respeto y el honor.

Si mi padre fuese periodista, yo me acercaría a los misterios de la verdad.

Si mi padre fuese congresista, yo le pediría que no sea ejemplo de mediocridad.

Si mi padre fuese presidente, yo le pediría que no sea preso de la corrupción.

Si mi padre fuese alcalde, yo le pediría que no quisiera verlo ante los tribunales.

Si mi padre fuese un desconocido, lo buscaría tan solo para conocerlo.

Si mi padre estuviese en el cielo, yo le pediría que vuelva un ratito a la tierra.

Gracias amigos. Nos reencontramos en Ágora Magna. Se despide:
Hermógenes Rojas Sullca.

 

Ágora Magna

© 2013 

Hermógenes Rojas Sullca

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